“La vida es justa si no comparas” - Desconocido
Como estudiante del IIT sentado entre amigos de otras universidades, he llegado a una sorprendente conclusión: lo que ellos consideran los años dorados de diversión fueron algunos de los momentos más desafiantes para mí y mis compañeros. Profundicemos en este contraste, comenzando desde el final del 12º grado hasta la vida universitaria.
Los caminos divergentes después del 12º grado
La mayoría de los estudiantes universitarios comienzan su viaje universitario ansiosos por explorar la vida y divertirse, dejando las consecuencias en un segundo plano. En contraste, los estudiantes del IIT se enfrentan a grandes desafíos desde el primer día. Tomemos la asistencia, por ejemplo: los IIT son notoriamente estrictos en comparación con la Universidad de Delhi u otras instituciones. Muchos de nosotros nos hemos enfrentado al temido DISCO (comité disciplinario) por lo que otros podrían considerar errores triviales. En el IIT, la diversión no es para los débiles de corazón.
La experiencia del IIT: Una espada de doble filo
¿Por qué comparto esto? Los cuatro años de intenso rigor académico en el IIT moldean una visión del mundo extremadamente utilitaria y, admitámoslo, a veces cínica. Sí, a menudo salimos económicamente mejor parados, pero en la economía en evolución de la India, ganar dinero no es tan insuperable como lo era antes.
El IIT me ha enseñado lecciones invaluables sobre las personas, el pensamiento crítico y la vida. Sin embargo, no puedo evitar preguntarme si me perdí las experiencias despreocupadas que mis amigos de otras universidades disfrutaron. Es como si los estudiantes del IIT estuviéramos programados con el mantra “el tiempo es dinero” antes incluso de entrar en el mundo real.
Reflexionando sobre los compromisos
Esto no pretende ser una queja cínica, sino más bien una reflexión honesta. La experiencia del IIT es única y poderosa, equipándonos con habilidades y redes difíciles de igualar. Sin embargo, hay una parte de mí que se pregunta sobre el camino no tomado: las aventuras espontáneas, la risa despreocupada y el lujo de cometer errores sin consecuencias graves.
Mirando hacia adelante
A medida que avanzamos en nuestras carreras, es crucial encontrar el equilibrio. La intensidad del IIT nos prepara para situaciones de alta presión, pero es igualmente importante cultivar las habilidades blandas y las experiencias de vida que nos convierten en individuos integrales.
A mis compañeros del IIT: Desafiémonos a salir de nuestras zonas de confort y abrazar experiencias más allá de nuestras actividades académicas y profesionales.
A los estudiantes que consideran el IIT: Entiendan que es un camino de crecimiento intenso, pero también estén preparados para los compromisos que conlleva.
Conclusión
Esta comparación entre las experiencias del IIT y otras universidades puede parecer como comparar manzanas con naranjas. Sin embargo, es una reflexión que vale la pena hacer. A medida que navegamos por nuestras carreras y vidas, esforcémonos por combinar lo mejor de ambos mundos: la rigurosa preparación del IIT y la alegre exploración de la vida que ofrecen las experiencias de otras universidades.
Os invito a compartir vuestros pensamientos y experiencias. ¿Cómo equilibráis la intensidad académica o profesional con los otros placeres de la vida?